viernes, 6 de marzo de 2015

El software libre es una forma de vida


Tecnología de la Información y la Comunicación


Sección 744


Linux en su momento, y Android de una manera mucho más notable, han sido responsables de atraer a un grupo de personas muy amplio, que parecía rechazar de plano el software propietario. Teníamos dudas sobre si esto responde a factores psicológicos que pudieran jugar un papel determinante en la elección del software libre, y nos hemos puesto en contacto con @psicoenrique para que nos sacara de dudas.
Antes solo los usuarios que estuvieran verdaderamente interesados en el mundo de la informática podían darse cuenta de este fenómeno, puesto que Linux era un sistema operativo utilizado por la minoría. Sin embargo, ahora que Android se ha convertido en el sistema operativo móviles más utilizado del mundo, es muy fácil que conozcáis a alguien que ejemplifique a la perfección aquello a lo que nos referimos. Pero vayamos por partes.

El software libre, una cuestión de principios

No hablamos de aquellos que eligen Android simplemente porque les gusta más que iOS, sino de aquellos usuarios que prácticamente tienen manía a Apple, a Microsoft, o a otras empresas tecnológicas, por ser gigantes que parecen explotar a la gente con la venta de sus productos, inaccesibles para algunos, y con precios hasta injustos para algunas de las cosas que ofrecen. Suelen optar por Android, así como por programas libres, que cualquiera pueda descargar de manera gratuita, o que incluso cualquier persona pueda mejorar. Casi han emprendido una cruzada contra esas compañías. Cuando se tiene un sentimiento de este tipo a determinados elementos, siempre hay detrás un fundamento que mucho tiene que ver con nuestra psicología. Estos usuarios siempre optan por el software libre, ¿por qué resulta tan fascinante para ellos?
Ante la cada vez más creciente cantidad de usuarios adeptos al software libre, hemos decidido tratar el tema de manera profesional. Enrique Lorenzo (@psicoenrique), especialista en psicología clínica, nos ha puesto al día, y nos ha contado por qué el software libre acaba siendo una forma de vida para muchos usuarios.

El ansia de libertad y el poder

Dicho así, podría parecer que lo que el usuario busca en el mundo del software libre es tener dominio sobre los demás, pero en realidad es todo lo contrario. Vivimos en una sociedad en la que muchos elementos tienen poder sobre nosotros, tanto a nivel profesional como a nivel personal. Y resulta curioso como muchos usuarios han encontrado ese ecosistema de libertad en el mundo del software libre. Curioso, eso sí, para los que no lo conozcan. Para los que lo conocen, no resulta nada extraño, sino que puede resultar incluso entendible.
Las empresas como Apple y Microsoft nunca transmiten una imagen de opresión. Solo se limitan a comercializar productos y software, de buena calidad en muchas ocasiones, pero con un precio relativamente costoso, sobre todo para determinadas sociedades. ¿Están en su derecho? Por supuesto que sí. Ellos diseñan y desarrollan algo, y ellos deciden el precio que le ponen. Y los venden como dispositivos que mejoran nuestra vida profesional, e incluso familiar, por lo que se puede ver en sus anuncios publicitarios. En realidad, es normal que cada compañía busque vender lo mejor posible sus productos. Sin embargo, son muchos los que están descontentos con empresas de este tipo, y llegan a tomar aversión a su forma de actuar.
Comenzaba hablándonos Enrique de ese ansia de libertad que buscan los usuarios en el software libre. En un sector dominado por estas empresas, el software libre se convierte en una manera de deshacerse de las cadenas de estas compañías. Todo depende de ellos. Pueden desarrollar lo que quieran, modificar el código que quieran, o instalar las aplicaciones que quieran en sus teléfonos móviles. No hay una empresa multimillonaria que les imponga no poder modificar el código de su móvil, como ocurre con los iPhone, por ejemplo. Lo que en principio puede ser algo tan simple como elegir entre iPhone o Android, puede ser mucho más, puede suponer para determinados usuarios el elegir un dispositivo en el que acepta la opresión de una compañía, o elegir un dispositivo en el que él es el que manda.

Los factores sociales juegan un papel primordial

Sin embargo, todo va más allá que una simple cuestión egoísta de quién manda en la vida de uno. En realidad, lo que lleva a un usuario a ser más afín al mundo del software libre tiene que ver con la influencia que tiene en la sociedad. La solidaridad y el software libre van de la mano. ¿Qué busca al fin y al cabo el software libre? Poder crear programas que sean gratuitos, de tanta calidad como los programas que son software propietario. Gracias la software libre gratuito, el conjunto de los usuarios se puede beneficiar de una tecnología que sin este sería inalcanzable. Lorenzo hacía hincapié en la responsabilidad social que tienen los desarrolladores de software libre. Ellos solo pueden luchar por conseguir que esos programas sean mejores. Son personas que no pueden hacer nada para solucionar los problemas económicos y políticos de este mundo, pero que sí tiene a su alcance ayudar a los demás con software que sea accesible para todos. Consiguen hacer un mundo mejor.

La brecha digital entre info-ricos e info-pobres

A su vez, esto sirve para reducir la “brecha digital entre info-ricos e info-pobres”. No pocas veces Enrique nos ha hablado sobre la brecha digital entre los usuarios de mayor edad y los de menos, pero nunca antes nos había hablado sobre esa diferencia de cultura tecnológica entre los distintos tipos de usuarios. Determinados expertos afirmaban que las nuevas generaciones tendrían un mayor conocimiento tecnológico que las anteriores, pero no tenían en cuenta una cosa. No solo se trata de ser más o menos joven, sino de tener más o menos acceso a esa tecnología. Pensemos, por ejemplo, quién estará más familiarizado con la tecnología, un hombre de 60 años de Estados Unidos, o un niño de 6 años del África Subsahariana. Pensemos, a su vez, en un fotógrafo peruano, con mucho más nivel que uno europeo, pero sin posibilidades de adquirir el software de edición fotográfica con el que cuenta este último. Estamos hablando de info-ricos e info-pobres. Sería una situación insostenible de no ser por dos cosas. La piratería, que permite que personas que no pueden comprar Photoshop lo descarguen ilegalmente, y el software libre, que permite que usuarios que no pueden comprar Photoshop, encuentren alternativas. Son menos potentes, con peor diseño, pero con varias de ellas juntas podemos conseguir resultados semejantes.

La comunidad engancha

Simplemente con apoyar el software libre y utilizarlo ya estamos favoreciendo el uso del mismo, y por tanto, sirviendo a la comunidad. Encaja a la perfección con el perfil del informático del cual nos hablaba Enrique, no sin antes aclararnos que no se podría realizar una afirmación taxativa sin un estudio profundo. Aun así, se atrevía a hablar de lo que, en realidad, muchos sabemos. La mayoría de los programadores no trabaja por el dinero ni por el éxito mundial, sino más bien por el reconocimiento moral e intelectual, que es el que llega de su propia comunidad, de otros desarrolladores, de usuarios muy afines al mundo del software. ¿Pero cómo reciben ese reconocimiento? Quizás esto pueda sonar lejano para algunos, pero Internet está lleno de foros donde los usuarios pasan muchísimas horas diarias compartiendo su vida con otros usuarios virtuales. Muchos de estos foros están dedicados a la informática y a la programación, y de hecho suelen ser los más activos.
Estas comunidades están llenas de desarrolladores y usuarios con menos conocimientos que dan ideas, consejos, y sugerencias para la creación de nuevos programas. Además, critican y opinan sobre los lanzamientos de los demás. Incluso colaboran cuando comparten con otros los programas libres que ellos utilizan, o que han aparecido en el mundo del software. Crean manuales de uso para estos programas, buscando que puedan ser verdaderas alternativas a los programas de pago que hay en el mercado. Esa comunidad, esa colaboración entre todos, engancha, y acaba teniendo una influencia en el punto de vista que tiene la persona sobre el software libre. El rechazo al software propietario es mucho mayor.

Incluso lleva al activismo

Y no queremos pasar por alto algo que cuenta con las mismas bases que el mundo del software libre, aunque llegando al extremo, el activismo informático. Y es que, en realidad, los activistas informáticos no son ni más ni menos que personas que forman parte del mundo del software libre, de esa comunidad que busca el bien común. Sin embargo, hay diferencias importantes.
Algunos desarrolladores informáticos han visto que pueden tener poder sobre el mundo económico y político. Han sido capaces de hundir webs y servicios de países potentes del mundo, y siguen manteniéndose en el anonimato gracias a pertenecer a una comunidad muy extensa.